jueves, 18 de octubre de 2012

Sus inicios


Jorge González, Claudio Narea y Miguel Tapia se conocieron en marzo de 1979 en el Liceo 6 de San Miguel (actual Liceo Andrés Bello), Santiago de Chile. Tenían entre 13 y 14 años cuando entraron a primero medio en donde fueron compañeros de sala. Jorge inició una amistad con Claudio el primer día de clases al descubrir que a ambos les gustaba el grupo Kiss. Más tarde, en 1980 ellos junto con los hermanos Beltrán: Álvaro y Rodrigo (vecinos de Claudio), crearon Los Pseudopillos, un cuarteto vocal que hacía canciones humorísticas (escritas principalmente por Jorge y Claudio), empleando únicamente objetos caseros como percusión. El nombre surgió en clase de biología, de la palabra pseudópodo (del griego pseudos [falso] y podo [pie], es decir, el nombre del grupo significaba «falsos pillos»). En el ámbito del estudio, González y Narea con cuatro compañeros de clase formaron el grupo intelectual los Papa-Fuentes. De los seis integrantes, cinco fueron los puntajes más altos del curso en la Prueba de Aptitud Académica (Jorge y Claudio fueron el primero y tercero con mejor puntaje, respectivamente).
Por otra parte, Jorge se juntaba con Miguel, en sí, tenían planificado un proyecto musical más en serio y querían ser famosos como The Beatles. Un día le mostraron a Claudio una grabación que ellos supuestamente hicieron con canciones precisamente del cuarteto de Liverpool en las primeras épocas; Miguel tocaba el bajo como Paul McCartney y Jorge la guitarra y en las armonías vocales como John Lennon, y el resto de la banda eran un hermano y un amigo de Miguel (pero en realidad habían puesto sus voces encima de las de Los Fab Four en sus discos en full stereo). A Narea le gustó y viendo que Miguel se refería a los Beatles como Los Escarabajos, los bautizó como Los Vinchukas (haciendo referencia a un pequeño insecto del norte de Chile mencionado nuevamente en clase de biología). Posteriormente, invitaron a Claudio a unirse a la banda13 y poco después se unió Álvaro Beltrán, a quien le habían obsequiado una guitarra eléctrica con amplificador, además la banda consiguió una batería obsequiada por la hermana de Miguel a su hermano.
El cuarteto hizo su debut en vivo el 14 de mayo de 1982 en su colegio, y tuvo un éxito discreto. Dos meses después se volvieron a presentar en el Liceo 1 de niñas de la misma comuna de San Miguel15 pero a fines de ese año el grupo se disolvió por diferencias entre los integrantes; Jorge y Miguel querían comprar un pedal de bombo, pero Claudio y Álvaro no estaban de acuerdo, entonces, el hermano del último, Rodrigo, se metió en la discusión, —quién estaba peleado con González por una chica que les gustaba a ambos llamada Évelyn (a quien Jorge le dedicó una canción en el primer disco)— por lo que tanto Los Vinchukas como Los Pseudopillos dejaron de existir a pocos días de egresar de cuarto medio. González y Tapia siguieron tocando juntos, Narea estuvo alrededor de tres meses sin hablarles mientras trabajaba en el lavado de autos en el estudio de Chile Films —donde se grababan las telenovelas de Televisión Nacional de Chile y el Festival de la una— para juntar dinero para la universidad.
Un día Rodrigo fue a ver a Claudio a su trabajo y lo convenció para que regresara a la banda, sin embargo, Álvaro no se iba a reincorporar para que su hermano no interviniera más en la banda. Conformado el ahora trío, decidieron optar por un nuevo nombre que esta vez fuera más en serio, «Los Criminales», pero Miguel sugirió «Los Prisioneros» y a sus dos compañeros les gustó, haciendo su debut como Los Prisioneros el 1 de julio de 1983 en el Festival de la Canción del Colegio Miguel León Prado.
«Salimos terceros de tres e incluso nos querían cobrar la entrada para poder ver el resto del espectáculo. En todo caso cuando llegamos a ensayar nos creíamos la muerte, porque éramos de verdad, con canciones desconocidas pero propias. El resto sólo hacia versiones de tipos famosos. Recuerdo que actuamos abriendo espectáculo.»
Jorge González
En 1983 Claudio comenzó a estudiar Ingeniería en la Universidad de Santiago de Chile, y Jorge a estudiar Licenciatura en música en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile. Allí conoció a Igor Rodríguez (futuro miembro de Aparato Raro), Robert Rodríguez (futuro miembro Banda 69) y a Carlos Fonseca. Con este último hicieron amistad de forma rápida, y poco después le planteó ser el mánager de Los Prisioneros
Luego de abandonar sus estudios, Narea y González decidieron continuar con la banda. Carlos Fonseca presentaba un programa en Radio Beethoven, y tenía pensado hacer un especial para fin de año con artistas nacionales nuevos. Jorge llevó una canción grabada en una radio-casete de su casa y la presentación en vivo de la banda en su colegio.
Asombrado por las grabaciones que recibe, Carlos Fonseca convence a su padre -Mario Fonseca- de la proyección y futuro de la banda, y decide finalmente invertir en el proyecto. Posteriormente González presenta a Carlos Fonseca a Narea y Tapia. Cuando Carlos vio que Claudio no era virtuoso en la guitarra, habló con Jorge y Miguel para reemplazarlo. Sin embargo, González y Tapia se negaron a sustituir a Narea, ya que estos formaban Los Prisioneros. Carlos se convirtió en el mánager del grupo y grabó las primeras maquetas, que más tarde presentó en su programa radial, Fusión contemporánea, a fines de 1983. Además escribió un artículo sobre la banda en la revista Mundo Dinners Club.

Introducción de los Prisioneros


Los Prisioneros fue una banda chilena de rock considerada como la más importante en la historia de este género musical en su país.1 2Además es referida como una de las agrupaciones de rock más importantes e influyentes de Latinoamérica.3 4 Formada en la comuna de San Miguel, Santiago de Chile en 1979, estuvo integrada inicialmente por Jorge González (líder, voz, bajo y compositor), Claudio Narea (guitarra eléctrica y coros) y Miguel Tapia (batería y coros).
Desarrollaron un simple sonido punk con matices de reggae y new wave, y posteriomente con el electro pop y synth pop. Se caracterizaron por sus letras cargadas de profundo contenido social durante la década de 1980 en pleno régimen militar de Augusto Pinochet, convirtiéndose, sin quererlo, en la voz de miles jóvenes que estaban en contra de dicho gobierno a través de sus canciones como protesta, por lo que Los Prisioneros fueron censurados en los principales medios de comunicación hasta el fin de la dictadura. Narea abandonó la agrupación a principios de 1990; en su reemplazo, se integraron Cecilia Aguayo (teclados y coros) y Robert Rodríguez (bajo, guitarra y coros) hasta finales de 1991, cuando el grupo se disolvió.
En su primera fase publicaron cuatro álbumes, tres de ellos incluidos dentro de los 50 mejores discos chilenos según Rolling Stone: La voz de los '80 (n.º 3), Corazones (n.º 9) y Pateando Piedras (n.º 15).5 4 En tanto, la canción «Tren al sur» fue elegida por los lectores de la revista digitalSatélite Natural como la séptima mejor canción del rock latino de todos los tiempos,6 y su videoclip fue nominado como «Mejor video latino» de la cadena norteamericana de MTV.7 Además «We are sudamerican rockers» fue el primer video emitido para la filial de MTV Latinoamérica en1993.3
Los Prisioneros (con su formación original) se volvieron a reunir en 2001, dieron dos éxitosos conciertos en el Estadio Nacional, realizaron giras por Latinoamérica, Norteamérica y España, y posteriormente editaron un nuevo álbum titulado homónimamente en 2003. Sin embargo, dos meses después de la salida del disco, Narea volvió a dejar la banda, y González y Tapia continuaron con Sergio Coti Badilla y Gonzalo Yáñez, con los que editaron el disco Manzana en 2004. Posteriormente, la banda se disolvió en 2006.